Como ya
hemos comentado en entradas anteriores, hoy en día tenemos muchas y muy
distintas maneras de comunicarnos o de dar a conocer nuestro punto de vista,
tanto de manera privada –con, por ejemplo, mensajes de texto–, como
públicamente –mediante las redes sociales.

De las
mas sonadas y recientes formas de interacción encontramos los hashtags (#), que actualmente podemos
observar agrupado con prácticamente cualquier palabra registrada o no en el
diccionario. Aunque nos podemos tropezar con este símbolo en casi cualquier red
social, el hashtag nació como medio
de etiquetar información en la red de microblogging Twitter; esta marca nos permite conocer los temas más comentados
del momento a nivel nacional o mundial y, también, pautas de comportamiento
entre los usuarios. Por lo tanto, el hashtag
es una etiqueta con una finalidad patente: te da un acceso rápido a todo aquello
relacionado con el tema que te interesa conocer; si resaltamos una palabra con
un hashtag no debería ser, en teoría,
una mera manera de ornamentación sino algo más trascendental. A pesar de que
los hashtag tienen su origen en Twitter, como hemos explicado, es
posible encontrarlas también en Facebook,
Instagram y demás redes sociales con
la misma finalidad.
Además,
este símbolo puede darle un toque más personal e incluso poner más afección en
lo que se comparte, dando más relevancia a la actitud frente a lo que estamos
compartiendo públicamente sin necesidad de sonar ridículo o simple. Por ejemplo,
observamos cómo los hashtags pueden
cambiar por completo una publicación dándole valores positivos o negativos a
aquello que se ha escrito:
“Mi
cumpleaños ya llega. #EMOCIONADO”
“Mi
cumpleaños ya llega. #GOAWAY #MESIENTOVIEJO”
Por otra parte, es fácil darse cuenta de que los hashtags han traspasado la frontera virtual y se han establecido en otros medios de comunicación como bien puede ser la televisión, los carteles publicitarios e incluso en pancartas de manifestaciones. Esta extrapolación se debe a las dos finalidades propias del hashtag: por un lado, es evidente la fuerza visual que transmite este símbolo y la manera tan peculiar y clara de resaltar palabras clave y, por otro lado, el establecimiento de un hashtag permite difundir con mayor facilidad a una cantidad mayor de personas todo lo relacionado con el tema; dicho de otro modo, el hashtag tiene dos funciones básicas: llamar la atención sobre el mensaje y difundirlo.
Y a ti,
¿qué te parece esta nueva forma de comunicación? ¿Es #positiva? ¿#Abusamos de
ella?
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